MÚSICO Y CANTANTE.
“Cuando pienso en Anajnu Veatem, aparece una gran sonrisa en mi rostro. Empecé a bailar Rikudei Am desde que entré a la tnua, y a los 15 años me invitaron a formar parte de los Nodedim. Recuerdo que Carlos, QEPD y Leon Mendelsberg pasaban por mí y me regresaban a casa… yo era la “niña” entre los adultos. Con el tiempo me convertí en la especialista de canciones y bailes israelíes en la tnua. En 1970 estuve en el Majon Lemadrijim en Yerushalaim. Nunca dejé de cantar y bailar, y de hecho la maestra de rikudim me invitó a participar en los bailes para principiantes (yo estaba en el grupo de adelantados) para ayudarla con los que se dificultaban y para aprender de ella la metodología… Regresando a México me enteré del nuevo grupo de bailes y por supuesto que me incorporé. Tuve el privilegio de enseñarle a Carlos unos cuantos bailes “nuevos “, como el Shir Lashalom, que se bailaba en filas… un gran honor enseñarle al director y coreógrafo del grupo… Unas semanas antes de la primera temporada en la Casa de la Paz, le comente a Carlos que no puede ser que el grupo no tenga nombre. Me dio la razón y se convocó una junta para votar por el nombre. Sé que Mija Beiguel ya ha contado el cuento pero, es un orgullo para mí repetirlo con mis propias palabras. Empezaron a proponer nombres, hasta que propusieron UA UA UA, LAMA UMADUA, estribillo de una canción rusa, traducida al hebreo, que estaba de moda en esos días en Israel y la gente empezó a animarse. Yo me enoje muchísimo, me pareció muy incorrecto y dije espontáneamente y sin pensarlo demasiado: si se trata de canciones, pongamosle: ANAJNU VEATEM, nombre de una canción que me encantaba, que daba un mensaje de solidaridad con los rusos sionistas, presos en la URSS y a los que no dejaban, en ese entonces, llegar a Israel. No he dejado de bailar. Incluso a estas alturas, bailo cada semana con “seniors”. Antes de finalizar, quiero comentarles otra gran experiencia: En la función, salía yo cantando el HAI, DIDIDI DAY, que precedía la boda jasídica. Un dia, antes de la segunda temporada en la Casa de la Paz, dimos una función para periodistas. En el ensayo previo vino Carlos hacia mí y me contó que Feigue no podría venir porque sus hijos estaban enfermitos… Me pidió que cantara yo. Hicimos cambios para no afectar los bailes de parejas, cante menos canciones que Feigue, solo lo mínimo necesario para alcanzar a los cambios de ropa, y la función salió adelante. Mi gran sorpresa fue que en el periódico me mencionaron a mi como cantante. Hasta hoy guardo la nota… Wow, perdón, querida Feigue… Hoy en día canto en un coro clásico, profesional y además canto en Idish. He cantado y bailado toda mi vida, pero siempre le agradeceré al querido Carlos y a todos ustedes el haberme permitido ser parte y que el nombre ANAJNU VEATEM sea un símbolo tan grande en México, de la cultura judía e Israelí! Con cariño”
Rita Austryjak de Kajomovitz.
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